Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos

Conocido internacionalmente por la sigla ICAIC, el Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos fue creado apenas a 83 días del triunfo de la Revolución Cubana, lo que pone de manifiesto la preocupación del nuevo gobierno por la cultura artística y, específicamente, por el cine. Pero aún más, el ICAIC posee un peso notable en toda la vida cultural del país y su trabajo ha irradiado a otras manifestaciones, como la música y la plástica, en donde se han realizado aportes sustanciales.

Instituto Cubano de Amizade com os Povos

Com o objectivo de promover as relações de solidariedade universal suscitadas pela Revolução Cubana em todo o mundo e assim viabilizar o interesse de vários sectores populares em visitar o país e conhecer de perto as transformações sociais, políticas e económicas operadas pela Revolução, foi criado em 30 de Dezembro de 1960 o ICAP – Instituto Cubano de Amizade com os Povos.

Daí para cá foi-se desenvolvendo um árduo trabalho, sendo implantadas delegações do Instituto em todas as províncias, prestando o ICAP todo o apoio às pessoas, grupos ou instituições que elevam a sua voz solidária para condenar o criminoso bloqueio imposto a Cuba pelos sucessivos governos dos EUA que não respeitam a independência e o direito da livre autodeterminação dos povos.

O ICAP organiza anualmente em conjunto com o Movimento Mundial de Solidariedade com Cuba as Brigadas Internacionais de Trabalho Voluntário que chegam a Cuba oriundas de praticamente todo o mundo e que são acolhidas no Acampamento Internacional Julio António Mella, situado a cerca de 40 quilómetros de Havana.

O ICAP participa também na atenção a milhares de jovens bolsistas estrangeiros provenientes dos países do Terceiro Mundo que chegam a Cuba para realizarem a sua formação académica, ajudando à sua completa integração nas várias universidades espalhadas pelo país.

Mas o ICAP não é somente um veículo para fazer chegar ao povo cubano os bens materiais da solidariedade mundial, como também, como todo o povo cubano, tem orgulho e satisfação em a retribuir, segundo o princípio de que a solidariedade não só beneficia quem a recebe, como também enobrece quem a pratica.

É assim que para o corrente ano o ICAP tem já programadas três importantes Brigadas, nomeadamente a “VI Brigada Internacional 1.º de Maio”, de 22 de Abril a 6 de Maio, cujo ponto alto será a participação no desfile do Dia do Trabalhador, o “41.º Contingente da Brigada Internacional de Trabalho José Marti”, de 2 a 20 de Julho, que conta com um vasto programa social e a “Brigada Internacional pelos Caminhos do Che”, de 30 de Setembro a 14 de Outubro, assinalando o 45.º aniversário do assassinato do Comandante Che Guevara.

Todas as Brigadas têm uma forte componente social, cultural e lúdica, para além do franco convívio que sempre se estabelece entre cubanos e brigadistas que se deslocam de todo o mundo, numa mescla de saberes e experiências que fraternalmente são intercambiados durante estes dias que são passados em comum, iniciando-se aí fortes amizades sinceras e duradoras.

Celebra Cuba aniversario 45 de organización solidaria

Alfonso Fraga, secretario General de la Organización de Solidaridad con los Pueblos de África, Asia y América Latina (OSPAAAL), afirmó hoy, al cumplirse el aniversario 45 de la institución, que la marcha soberana de los pueblos no se detendrá.

En acto, en la sede de ese organismo, Fraga manifestó que en estas cuatro décadas y media se ha trabajado por multiplicar la lucha de las naciones subdesarrolladas en contra de las actitudes prepotentes del imperio, el cual se empeña en despojarlas de su soberanía y libre determinación.

Agregó que entre los objetivos fundamentales de la organización está la promoción del acceso a la educación y la información de los pueblos en todos los confines del planeta, en aras de contraponerla a la propaganda desinformativa y hegemónica de las grandes potencias.

Julio Murientes, co presidente del Movimiento Independiente Nacional Hostosiano de Puerto Rico, destacó el estrecho y solidario vínculo de las fuerzas patrióticas de su país con la OSPAAAL.

Expresó que esta institución y la Misión de Puerto Rico en Cuba, fundadas en el mismo año, forman parte de la historia moderna de la lucha de los pueblos.

Carlos Amat, director general de la Asociación Cubana de Naciones Unidas (ACNU), entregó el sello conmemorativo aniversario 60 de su institución al secretariado de la OSPAAL, por su sostenida contribución a la unidad, al desarrollo de las naciones y a la paz mundial. Participaron en el acto miembros del cuerpo diplomático, representantes de organizaciones solidarias e invitados.

Organização de Solidariedade aos Povos da Ásia, Africa e América Latina

A OSPAAAL surge a partir da convocação da Conferência Tricontinental em Havana, em 1966, liderada pelo próprio Che e por Mehdi Ben-Barka, da qual participaram os setores mais revolucionários dos 3 continentes. Nasce dentro do objetivo estratégico de construir a imprescindível unidade entre as lutas da Ásia, da África e da América Latina em torno de princípios muito bem definidos e em apoio à insurgência armada que se desenvolvia em toda parte. Pelo Brasil, participou o revolucionário Carlos Marighela.

Após sua fundação, a OSPAAAL se decide pelo lançamento de seu órgão ideológico, a Revista Tricontinental, em 1967. Envia uma mensagem a todos seus participantes e colaboradores, requisitando artigos para o primeiro número da Revista. Apesar de já estar nas selvas da Bolívia, o primeiro artigo a chegar foi o de Che Guevara. O texto era de tal clareza conceitual, utilidade prática e simplicidade expositiva que obrigava os editores a não deixá-lo envelhecer, em um momento crucial para o destino da humanidade.

Assim, no dia 16 de abril de 1967, o artigo de Che, sua “Mensagem à Tricontinental”, foi publicado sob a forma de Suplemento Especial da Revista Tricontinental, ainda antes do lançamento de seu 1º número.

Na Mensagem, Che defende que através do enfrentamento em todos os pontos do globo debilitaríamos a moral do imperialismo e dividiríamos suas tropas, infligindo-lhe golpes decisivos, e que na América Latina, dadas suas características, esses enfrentamentos deveriam necessariamente desenvolver-se em revoluções socialistas, ou seriam caricaturas de revolução. Devemos discutir nossas divergências táticas, mas a defesa dos objetivos estratégicos deve ser intransigente.

O texto, lançado apenas 6 meses antes de sua queda em combate, é considerado seu testamento político.

Federación Estudiantil Universitaria

Organización que agrupa a los estudiantes universitarios cubanos, representa sus intereses y hace valer sus derechos.

La FEU, reconoce como Presidente de Honor a José Antonio Echeverría, símbolo de las luchas estudiantiles en Cuba. Es miembro de la Organización Continental Latinoamericana y Caribeña de Estudiantes (OCLAE) y de la Unión Internacional de Estudiantes (UIE).

Historia
Con la fundación de la Universidad de la Habana el 5 de enero de 1728 se inicia en Cuba la historia de la Educación Superior; lacrada al inicio por los vicios coloniales del poder, el racismo y la esclavitud imperantes en la naciente sociedad. Carlos Manuel de Céspedes, Ignacio Agramonte y José Martí simbolizaron el exponente supremo representativo de los universitarios en esta época, identificados por su preparación, inteligencia y sentimientos independentistas.

El período de la República Neocolonial mancha con horror y sangre, despotismo y lujuria la Universidad cubana. Estos lacrantes flagelos dan paso y motivos a que el estudiantado progresista se lance a las calles en busca de legitimizar sus derechos y ganar todo el protagonismo nunca antes alcanzado. Así nace la Federación Estudiantil Universitaria (FEU), fundada el 20 de diciembre de 1922 por el joven revolucionario que más hizo en tan poco tiempo de vida, Julio Antonio Mella.

Composición
Cuenta con más de 110 mil miembros en sus filas, estructurada en forma ascendente: jefe de brigada, Presidente de Filial o Facultad , Presidente de CES o Universidad y Secretariado Nacional , integrado por 17 estudiantes, representados por un Consejo Nacional que se realiza 2 veces en el año y el Congreso que se efectúa cada 4 años.

Objetivos

1. Generales
Representar al estudiantado universitario; canalizando sus inquietudes, defendiendo sus intereses y viabilizando sus iniciativas. Garantizar el ejercicio efectivo de los derechos de sus miembros y velar por el cumplimiento de sus deberes.

Forjar para la sociedad nueva, el Hombre Nuevo al que aspiró el Ché, en el amor a la Patria, a la Revolución y a nuestros mejores valores.

Reafirmar la vocación social de los universitarios a través de la actividad comunitaria, el cumplimiento de tareas de impacto social y la participación desde el estudio u otras tareas en la solución de problemas de la sociedad.

2. Específicos
Fomentar la preparación académica del estudiantado a través del estudio conciente, la investigación científica y la necesidad de la superación constante.

Promover el conocimiento de nuestra historia, tradiciones y el apego a nuestra cultura e identidad como nación.

Potenciar el desarrollo integral de los estudiantes universitarios a través del movimiento deportivo y de artistas aficionados.

Consolidar la solidaridad en las relaciones con el estudiantado revolucionario, progresista y democrático de todo el mundo, y con la atención y relaciones con los estudiantes de otras nacionalidades en Cuba.
Integrar estos objetivos en la participación activa de los universitarios en la vida de la sociedad y su formación como graduados cada vez mejores ética, profesional, cultural y políticamente, dispuestos a servir a la Revolución en el lugar donde la sociedad los necesite.

Ingreso a la Organización
Puede ingresar a la FEU todo estudiante universitario que curse estudios superiores en Cuba, sin distinción de sexo, raza, creencia religiosa, nacionalidad o procedencia social, que voluntariamente desee pertenecer a ella y no tenga estatus de trabajador; así como los dirigentes estudiantiles activos hasta dos años después de graduados.

Central de Trabajadores de Cuba

Organización representativa de los trabajadores organizados sindicalmente en todo el país, heredera de las mejores tradiciones de lucha y combate de la nación cubana.

La historia de la CTC data desde los enfrentamientos obreros de la Cuba colonial y se prolonga por más de 50 años de república mediatizada bajo el dominio de los imperialistas norteamericanos.

La CNOC
La CTC tuvo su antecedente en la Confederación Nacional Obrera de Cuba (CNOC), que fue considerada como la primera central proletaria cubana, y que desde sus inicios apoyó e impulsó las luchas entre clases. La CNOC, bajo la guía del Partido Comunista, llevó a cabo dos conocidas huelgas: la primera en agosto de 1933 le dio culminación al gobierno despótico de Gerardo Machado, y la segunda en marzo de 1935 que resulto brutalmente reprimida por el gobierno de Batista-Caffery-Mendieta.

La FOH y su líder Alfredo López serían los grandes animadores en el Congreso Obrero de Camagüey (agosto de 1925) de la primera central sindical nacional: la Confederación Nacional Obrera de Cuba (CNOC). A pesar de sus iniciales debilidades ideológicas y organizativas, lógicas por el nivel de madurez y experiencia del proletariado cubano de entonces, la CNOC marcó un hito en la historia de nuestro movimiento obrero al agrupar unitariamente a lo más honesto de las organizaciones sindicales.

El tirano Machado comprendió el peligro que significaba la Confederación e intentó neutralizarla con la desaparición de Alfredo López en 1926. A partir del año siguiente, gracias a la influencia de Rubén Martínez Villena, quien de asesor legal como abogado devino de hecho en su máximo dirigente, se logró un robustecimiento de los sindicatos, al punto de que en la huelga de marzo de 1930 se paralizó casi todo el país durante 24 horas.

En condiciones de ilegalidad, la entidad desempeñó un papel muy activo en el derrocamiento de la tiranía machadista. También se opuso a la tiranía del sargento devenido coronel Batista y del embajador yanqui Caffery, y participó en la huelga de marzo de 1935, a la que la falta de unidad entre las fuerzas revolucionarias llevó a la derrota. La represión fue tremenda. Ocuparon militarmente los sindicatos y militarizaron la Universidad Nacional y los centros de trabajo. La CNOC quedó desarticulada y los pocos sindicatos que pudieron desarrollar una actividad semilegal tenían sobre sí constantemente amenazas de muerte o de cárcel.

En 1937, ante la situación internacional existente y la creciente presión de las masas que comenzaban a rebelarse contra el terrorismo de Estado instaurado, Batista comprendió que no podía seguir gobernando con esos métodos si quería mantenerse en el poder y emprendió la llamada “apertura democrática en la que hizo concesiones a la oposición.

En diciembre de ese año, liberó a tres mil presos políticos; luego, restableció la autonomía universitaria y permitió la actividad sindical. José María Pérez y otros destacados líderes obreros fundaron en 1938 la Federación de Trabajadores de la Provincia de La Habana (FTPH), la cual, como la FOH de 1921, serviría de motor impulsor para la nueva central sindical nacional.

En el Segundo Congreso Obrero Latinoamericano que se efectuó en México en septiembre de 1938, los líderes sindicales cubanos que participaron fraguaron el compromiso de lograr la unificación del movimiento obrero en Cuba.

Nacimiento de la CTC
En cumplimiento de la promesa hecha en el Segundo Congreso Obrero Latinoamericano, se realizó del 23 al 28 de enero de 1939 en Ciudad de La Habana el Congreso Constituyente de la Confederación de Trabajadores de Cuba, en el cual participaron alrededor de 1500 delegados provenientes de 700 organizaciones de masa.

Diversos acuerdos se adoptaron en este congreso, como el reclamo de que cesara toda forma de persecución y chequeo policiaco a las actividades sindicales, se abogó por una Asamblea Constituyente que dotara a Cuba de una nueva Carta Magna y por la solidaridad con el pueblo español en su lucha contra el fascismo.

Sin dudas, el acuerdo más trascendental fue declarar disuelta la CNOC, la cual ya había desempeñado dignamente su papel al llevar al movimiento obrero a un nivel superior de organización y claridad, para en su lugar crear la Confederación de Trabajadores de Cuba (CTC). Para ocupar el cargo de secretario general de la organización se eligió al obrero Lázaro Peña por su destacada trayectoria como dirigente popular y por su honestidad y valor.

Aunque en ese mismo año se pidió la legalización de la CTC, el Ministerio del Trabajo rechazó tal petición basándose en la festinada interpretación de un viejo decreto-ley. No fue hasta el 9 de abril de 1943 que, por el decreto mil 123, publicado tres días después en la Gaceta Oficial, la organización sindical nacional tuvo reconocimiento legal. Al evaluar el Congreso, Lázaro Peña afirmó por aquellos días:

«"En Cuba se han celebrado ya otros grandes congresos con fines significativos y en los que han participado las masas de disímiles organizaciones de trabajo, pero es la primera vez que asistimos a un Congreso consciente, cabal y enteramente, de lo que la unidad es y significa para Cuba. De aquí que para mí, la mayor significación de nuestro Congreso radica en esa unidad consciente, que no oculta las diferencias sostenidas, sino que se basa en ellas para abolirlas en la acción cotidiana y por la acción de la unidad".»

Desde sus inicios esta organización estuvo vigilada por los gobiernos que compartían los intereses de Estados Unidos. Al igual que ocurrió con los representantes de la CNOC, los dirigentes de la CTC eran perseguidos, encarcelados y asesinados. Esta situación cambió radicalmente al llegar al poder la Revolución Cubana en 1959.

La CTK
De 1939 a 1947, la CTC constituyó un baluarte de la unidad del movimiento obrero cubano y de la defensa de sus intereses de clase. Por ello, resultaba un obstáculo para el imperialismo y la oligarquía burgués-terrateniente criolla, los que en complicidad con el Gobierno de Ramón Grau San Martín (1944-1948), conspiraron para neutralizarla y de paso, desarticular al movimiento obrero.

Con el fin de cumplir tales objetivos, se apoyaron en la traición de dirigentes corruptos, prestos a venderse por 30 monedas, como Eusebio Mujal, el luego "líder" de la CTC mediatizada, quien logró amasar una fortuna y convertirse en un próspero propietario. Les sirvió en esta subasta de conciencias el famoso inciso K, acápite de una ley de impuestos aprobada para pagar nuevas plazas de maestros, cuyos fondos comenzaron a ser robados impunemente por Fulgencio Batista y su titular de Educación, Anselmo Alliegro, durante su presidencia constitucional (1940-1944), para luego alcanzar registros inimaginables de malversación en la etapa de los gobiernos auténticos, con el presidente Grau y su ministro José Manuel Alemán, quienes también utilizaron esos fondos para comprar pandilleros.

Lázaro Peña y otros líderes unitarios fueron ilegalmente desalojados de sus puestos. A otros, como Jesús Menéndez y Aracelio Iglesias, los asesinaron. Una CTC oficialista, deshonesta y complaciente con la patronal se instaló con el aplauso de la reacción. El pueblo, con su humor característico, la llamó CTK, en alusión al inciso de las malversaciones.

La división del movimiento obrero traería al país graves males: cuando Batista y sus secuaces asaltaron el poder en 1952 para imponer su política de “ley de fuga” y torturas, el proletariado cubano careció de una organización sindical que lo guiara para enfrentar el golpe de Estado y defender los intereses nacionales.

No fue hasta seis años después que, bajo una orientación de Fidel emitida desde la Sierra Maestra, las organizaciones genuinamente obreras, patrióticas y revolucionarias coordinaron esfuerzos en el Frente Obrero Nacional Unido (FONU). El proletariado haría su gran aporte a la Revolución con la Huelga General de enero de 1959, que dio al traste con los intentos imperialistas de impedir el triunfo popular.

Una vez más se evidenciaba que la unidad entre todos los revolucionarios cubanos seguía siendo la clave esencial en la defensa de los intereses de la patria cubana.

CTC (R)
Con el triunfo revolucionario, el proletariado cubano recuperó su CTC. Para diferenciarla de aquella CTK, el pueblo comenzó a llamarla CTC Revolucionaria. En noviembre de 1959 se eligieron en todos los sindicatos del país, en limpias asambleas generales, los delegados al X Congreso Obrero, primero de la CTC-R, paso democrático que no se veía en Cuba desde aquel asalto gangsteril de 1947. Posteriormente en el año 1961 cambia su nombre al de Central de Trabajadores de Cuba.

Hablar de la CTC en estos años de Revolución en el poder, es referirse al apoyo incondicional del proletariado cubano al proceso iniciado en 1959. Como afirmara Fidel, el fruto más importante del trabajo de la CTC en esta etapa reside en
"su contribución al desarrollo de la conciencia revolucionaria de nuestra clase obrera, y al impulso en ella en una nueva actitud colectivista ante el trabajo y la propiedad social.
En esa conciencia, forjada por la incorporación masiva a las filas de la defensa, en el trabajo voluntario, en la superación cultural y técnica, en la batalla cotidiana por la producción, en el ejercicio de la democracia sindical, y en el sentimiento de dignidad que la Revolución ha fortalecido en cada trabajador mediante la participación activa en todas las decisiones que afectan su vida, está la garantía más firme de la permanencia, solidez y avance ininterrumpido de nuestro proceso revolucionario".

Estructura y funciones
La estructura de la CTC consta de: Congreso, Consejo Nacional, Comité Nacional, Secretariado Nacional, sindicatos nacionales, ramales, comités provinciales, buró sindical a nivel de empresa, y sección sindical.

Existen 18 sindicatos nacionales que agrupan a unos 2 998 634 trabajadores afiliados, aproximadamente.

El ingreso a sus filas es de manera voluntaria y la conforman unos 19 sindicatos nacionales. Está establecido en sus Estatutos que se efectúen congresos cada 5 años en donde se elige al Secretario General y a los nuevos representantes que están comprendidos en el Consejo Nacional, el Comité Nacional y el Secretariado. En cada centro de trabajo en el que trabajen más de 5 personas puede existir una sección sindical. Varias secciones sindicales conforman un buró sindical. El 96% de los trabajadores cubanos pertenecen a la CTC. Esta organización se abandera como una fuerza muy importante para la defensa de los intereses del pueblo y de la Revolución. El Secretario General de la CTC es miembro de la máxima dirección del Estado y del Partido Comunista.

El periódico oficial de la organización es Trabajadores que se publica semanalmente para todo el territorio nacional. Los dirigentes sindicales reciben capacitación en los 14 centros provinciales y en la Escuela Nacional de Cuadros Lázaro Peña. Las mujeres trabajadoras y los jubilados reciben una buena atención en los sindicatos y tienen a su favor leyes que apoyan sus derechos a no ser discriminados, poder trabajar y recibir una pensión al retirarse.

El secretario general actual es Salvador Valdés Mesa.

la fundación de la Central de Trabajadores de Cuba por el capitán de la clase obrera

Tras los esfuerzos en las condiciones más adversas, Lázaro Peña, el invicto Capitán de la clase obrera, logró la fundación de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) el 28 de enero de 1939, de la que fue electo Secretario General el destacado dirigente comunista.

...en ningún momento al iniciarse las labores de esta reunión, apartamos la vista de la unificación, que es la necesidad de nuestra vida obrera y es lo que ansía nuestro pueblo.” Así, ya en el discurso inaugural del Primer Congreso Nacional de Trabajadores, Lázaro Peña avizoró la unidad proletaria como el objetivo clave de la organización.

Surgió la CTC en aquel Congreso, donde plasmaron los sueños de la vanguardia del movimiento obrero durante décadas. El Foro desarrollado del 23 al 28 de enero de 1939 alcanzó por primera vez en la nación cubana una sólida organización obrera.

La CTC emprendió desde los primeros momentos la histórica tarea de enfrentar la maquinaria poderosa de la reacción burguesa, que prohibió el derecho a la huelga y a la organización sindical.

Tras la huelga revolucionaria de marzo de 1935, el dictador Fulgencio Batista desplegó una represión fuerte contra la clase obrera y la organización de entonces. La Confederación Nacional Obrera de Cuba (CNOC) fue reprimida y mucho de los dirigentes asesinados, presos o tuvieron que pasar a la clandestinidad.

Hora difícil aquella en que el Movimiento Comunista se dio a la tarea ardua de vertebrar un bloque único de los trabajadores cubanos. A finales de 1935 ocupó Lázaro Peña la dirección de la CNOC y renació el nuevo enfrentamiento con la reacción, que asalta en aquella época hasta los sindicatos reformistas.

Avanzó hacia la propuesta unidad la lucha sindical. Al regresar de México, donde participó en la fundación de la Confederación de Trabajadores de América Latina (CTAL) Lázaro Peña organizó el Comité Gestor del Primer Congreso.

Bastión del proletariado, la CTC  que desde aquel 1939 fue en ocasiones usurpada, vendida y traicionada por pandillas organizadas por la burguesía desde el poder.

Victoriosa emergió la Revolución que le dio un nuevo sentido y una proyección encaminada  a la construcción de la Sociedad Socialista, de los trabajadores unidos y organizados como parte del pueblo firme por la defensa de la Patria que celebra el aniversario 70 de la CTC, por la continuidad y la eficiencia económica.

FONTE. Mireya Ojeda Cabrera, in. Radio Rebelde.

 
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